lunes, 14 de marzo de 2011

Para pensar, el panorama para el proximo año despues de las elecciones

EL QUE GANE EN OCTUBRE NO TENDRÁ MAYORÍA PROPIA EN EL CONGRESO

Desde que el kirchnerismo perdió la hegemonía en el Congreso, la producción legislativa cayó considerablemente por el bloqueo del oficialismo a una agenda considerada adversa y las diferencias entre los bloques opositores: en 2010 se sancionaron 70 leyes y sólo unas pocas de relevancia, como la de matrimonio entre personas del mismo sexo, la de protección de glaciares y el 82% móvil para las jubilaciones mínimas, vetado por la Presidenta. Con el agregado del calendario electoral que potencia las ausencias y las tensiones, el período que acaba de comenzar asoma también pobre , más allá de un principio de acuerdo para tratar “temas no conflictivos” al menos una vez al mes. Sin un cambio en la dinámica parlamentaria, el tenue funcionamiento se mantendrá por mucho tiempo: el próximo gobierno, sea cual fuera, no llegará a la mayoría propia en las cámaras y tendrá que buscar consensos. O manejarse de espaldas al Congreso, por decreto .“Aunque hagamos una elección excelente, para nosotros el esquema va a ser similar”, contó casi con resignación un diputado oficialista que hizo un punteo por distrito. De los 87 integrantes del Frente para la Victoria, a 51 se les terminará el período en diciembre. Lo mismo para 20 de los 33 aliados. Son 71 bancas oficialistas, de 130 que se renuevan . En el Senado se elegirán tres representantes en ocho provincias y el kirchnerismo pondrá en juego más de la mitad de su bloque: 16 de 31. Apuesta a retener la mayoría en Buenos Aires, Formosa, Jujuy, San Juan, Santa Cruz, Misiones y La Rioja. En los dos últimos casos ahora cuenta tres votos, por el pase de Carlos Menem como aliado. También necesitará conservar el de la minoría en San Luis. Ahora los K tienen una mínima ventaja : 37 a 35. En Diputados la expectativa del oficialismo apunta a recuperar integrantes en Capital, Córdoba y Santa Fe, y a sumar por el reemplazo de los bonaerenses que dejaron el bloque, como cobistas y peronistas disidentes. “Esta vez van a mirar con lupa para definir la lista”, contó uno de los armadores, y casi descartó aumentar el número porque el parámetro es otra muy buena elección: Cristina Kirchner, en 2007, ganó con el 45,29% . “El año próximo nadie tendrá mayoría. Igual, aunque la tuviera, lo primero que haré será convocar a las fuerzas políticas a que pensemos políticas de Estado”, aseguró, casi como promesa de campaña, el precandidato a presidente radical Ricardo Alfonsín. La UCR quedará con chances de engrosar sus filas: se les terminará el período a tres senadores de un bloque de 18 y a 16 diputados de los 43 actuales. Pero quedará lejos de la mayoría aun con los que asoman como aliados en las elecciones, como el socialismo, el GEN y otros. La Coalición Cívica de Elisa Carrió también pondrá en riesgo buena parte de sus diputados: 12 de 19. El PRO y el PJ disidente, que exploraron gestiones para unificarse a tono con el posible armado electoral, quedarán con poco más de 30 diputados y los que asuman en diciembre. Con las facultades delegadas al Ejecutivo vencidas desde agosto, el próximo morador de la Casa Rosada estará obligado a buscar acuerdos para que el Congreso funcione o manejarse con decretos. “Con sensatez puede haber consensos, el año pasado fue un fracaso porque la oposición se dejó liderar por Carrió”, se despegaron de responsabilidad en el oficialismo. El peronista disidente Gustavo Ferrari se mostró escéptico y consideró que, en caso de ganar Cristina, habrá un nuevo intento del kirchnerismo para manejar el Congreso. “Al decir que no tenía el número, la Presidenta ratificó la idea de la re-reelección. Van a insistir con ese proyecto por la gobernabilidad”, sostuvo. Si la mayoría simple le queda lejos a cualquiera, mucho más un intento de reforma de la Constitución: se necesitan los dos tercios de los votos. Clarín /








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