miércoles, 12 de diciembre de 2012

El Quiebre de la Corporacion Judicial

     En un sorpresivo acto de autonomía, una importante cantidad de jueces, fiscales y defensores públicos emitieron un contracomunicado que desdice aquel publicado el jueves por los dirigentes de la Comisión Nacional de Protección de la Independencia Judicial, la Junta Federal de Cortes, la Asociación de Magistrados y la Federación Argentina de la Magistratura. En parte impulsados por el fastidio y en parte también por el orgullo propio de no ser asociados a quienes enarbolan la bandera de la independencia signada por los intereses del Grupo Clarín, más de 200 jueces, fiscales, defensores públicos y personalidades del mundo académico rechazaron las expresiones de agravio contenidas en el comunicado redactado por el Ministro de la Corte Suprema, Juan Carlos Maqueda, y puesto en circulación para su firma por el mismísimo Presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, según informó el viernes pasado Horacio Verbitsky. 
"...la independencia del Poder Judicial es un principio cardinal del sistema republicano, que no debe entenderse limitado a la relación que debe existir entre los poderes del Estado. Los magistrados también deben ser independientes de los intereses económicos de las grandes empresas, de los medios de comunicación concentrados, de los jueces de las instancias superiores e -incluso- deben ser independientes de las organizaciones que los representan", dice este nuevo comunicado emitido por un importante sector del Poder Judicial y el Ministerio Público de la Nación y que se titula "Una Justicia Legítima".

Entre los firmantes se encuentran, la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó; la Defensora General de la Nación, Stella Maris Martínez; Alejandro Slokar, juez de Casación; Javier de Luca, fiscal de Casación; la Ministra del Tribunal Superior de la Ciudad, Alicia Ruiz; el Defensor General de la Ciudad, Mario Kestelboim; el presidente de la Cámara del Crimen, Gustavo Bruzzone; el fiscal de la Unidad Fiscal de Derechos Humanos, Jorge Auat; más de 20 Rectores y Decanos de Universidades Nacionales y Provinciales; camaristas, jueces y fiscales de todo el país.

Para ellos, la legitimación del accionar judicial debe recaer exclusivamente en los ciudadanos. Es a ellos a quienes deben su actuar, que no debería ser otro que la defensa del sistema democrático y republicano establecido por la Constitución de nuestro país. De modo que la pretensión de los autores y firmantes del comunicado del pasado jueves 6 de diciembre de limitar el derecho de crítica de los magistrados de la Nación, implicaría un cercenamiento de los derechos y garantías de la ciudadanía en general.

En este sentido, el comunicado redactado por Maqueda, puesto a circular por Lorenzetti, convalidado por Highton y Argibay a través de la Comisión de Protección de la Independencia Judicial que coordinan, por Luis María Cabral -Presidente de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional (AMFJN)- y María Lilia Gómez Alonso de Díaz Cordero -Vicepresidente de la AMFJN y camarista del fuero comercial-, por Luis Francisco Lozano y María del Carmen Battaini - autoridades de la Junta Federal de Cortes y Tribunales Superiores de las Provincias Argentinas y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires-, y Víctor María Vélez y María Rosa Caballero de Aguiar -Federación Argentina de la Magistratura-, sólo refleja la opinión que de sí mismos tienen esos magistrados y que no coincide, en absoluto, con la opinión que tienen los ciudadanos, que siempre atribuyen bajos porcentajes de honestidad a los jueces.

¿Acaso alguien puede decir que las decisiones tomadas por la Justicia sean siempre las más correctas, guiadas únicamente por la imparcialidad, la objetividad y el altruismo? ¿Acaso el Poder Judicial es un Poder libre de error, corrupción o, incluso, personalismos que atentan contra un mejor y sano desarrollo de la sociedad?

La Justicia no siempre es justa. Por ello existen diversas instancias, para la revisión de las decisiones tomadas. Por eso existe el Consejo de la Magistratura, para someter a enjuiciamiento cualquier conducta indebida de los magistrados.

Pretender que no se hable de ello es pretender que el sistema funciona a la perfección, cuando todos sabemos que no es así. "Lo que no se nombra, no existe", decía Witttgenstein.

No hay nada más importante que la libertad de expresión, el debate, la discusión. Los jueces, fiscales y defensores públicos deben poder hacerse cargo de sus decisiones frente a todo aquel que las cuestione. El que no pueda hacerlo no está ejerciendo la responsabilidad de su cargo como debiera.

Construyendo la Politica desde el proyecto nacional y popular

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