viernes, 18 de junio de 2010

Cristina Fernandez de Kirchner ratifica la promoción para San Luis



Enseñar las dos caras

Mendoza debe enseñarle al país sus grandes atrasos socioeconómicos para que se entienda su reclamo contra la promoción industrial. Una pelea política que demanda tiempo.
Cristina Fernández de Kirchner dio señales claras ayer de que será difícil una salida política inmediata al conflicto por la promoción industrial que convulsiona a toda la región de Cuyo. En su paso por La Rioja, la Presidenta dejó varias frases que indican que está orgullosa de haber prorrogado por 15 años más los beneficios impositivos a las fábricas de esta provincia, de San Juan, Catamarca y San Luis.
Los Kirchner sólo han dado el brazo a torcer en dos oportunidades en siete años. Cuando acataron la derogación de la resolución 125 que fijaba las retenciones móviles al campo y cuando el año pasado dieron marcha atrás con los aumentos en las tarifas del gas. Ni en la feroz pelea legislativa por el uso de las reservas del Banco Central, cuando el Gobierno denunció hasta golpes de Estado de la oposición, los esposos Kirchner retrocedieron. Hoy, las reservas están en manos del Tesoro y el tema "freezado" en el Congreso.
Hasta ayer, había quienes creían en que si el conflicto interprovincial tomaba más y más dimensión la Casa Rosada se abocaría a darle una solución política al problema. Quien más aboga por esta idea es el gobernador Celso Jaque.
Entre las hipótesis que se barajaban estaba la inclusión de empresas mendocinas en un régimen novedoso de promoción industrial que premiara algunos rubros para potenciar el desarrollo de todas las regiones. Pero esta idea ni siquiera ha sido desarrollada en forma de proyecto y nadie en el Gobierno nacional está al tanto.
Hay contactos entre diputados de Mendoza y San Juan para avanzar, pero toda iniciativa legislativa que no tiene el aval de la Casa Rosada tiene sólo chances de fracasar.
Si se sigue con atención los conceptos que vertió ayer la Presidenta, se puede ver que ésta cree realmente que las provincias promocionadas están en peor situación que Mendoza. Por eso habló de "zonas ricas" y "zonas pobres" y sostuvo: "Tenemos que ser solidarios y justos, y en esto tienen que contribuir todos los poderes del Estado, una Presidenta sola no puede hacer las cosas".
Fue nítida la alusión de Cristina a los planteos judiciales que hizo Mendoza y a los proyectos que presentaron los legisladores de nuestra provincia para derogar el decreto que ella firmó. Por eso señaló la necesidad de "comprensión por parte del Poder Judicial y Legislativo".
Los Kirchner han tomado para sí una ley de la dictadura militar, la 20.021, que fijó la promoción industrial. El gran problema para Mendoza es que, a pesar de más de 10 años de luchas judiciales, no ha logrado trasladar a la política sus argumentos, que son válidos.
En Buenos Aires y en todo el país sigue viéndose a Mendoza como una de las provincias ricas y como la líder de una región -Cuyo- con desigualdades varias. Como si los 31 años de promoción no hubiesen mejorado las posiciones relativas de San Luis y de San Juan y como si el sistema hubiera servido realmente para sacar a La Rioja y a Catamarca del subdesarrollo industrial.
En vez de mejorar el instrumento, perfeccionarlo para que La Rioja y Catamarca den un salto cuantitativo y para que Mendoza no siga relegándose porque sus empresas compiten en desigualdad de condiciones, el Gobierno nacional adhirió a la vieja ley de Videla y Martínez de Hoz. Sólo acotó el monto de los beneficios para poder premiar a más actores económicos y se arrogó la facultad de veto para tener injerencia directa en la matriz productiva de la región.
La lucha mendocina debe ser entonces sobre todo argumental y dialéctica. Mendoza deberá mostrarle al país sus dos caras, la provincia pujante de la que nos enorgullecemos siempre y la provincia con grandes deudas sociales que muchas veces desconocemos adentro y afuera. Es necesario reconocerse primero uno mismo acabadamente para poder convencer a los otros.
Hay quienes creen por eso que la pelea será a largo plazo y que las elecciones del año que viene encontrarán el problema sin resolver.
"El actual régimen de promoción finaliza en diciembre de 2012 y recién ahí arranca la prórroga que decretó Cristina", explica el diputado nacional Omar Félix. Para este legislador, como para muchos otros, es el momento de dar una paciente discusión nacional sobre cómo desarrollar el país equilibradamente.
Los más optimistas rescatan que Cristina no haya firmado ningún papel ayer en La Rioja, a pesar de que el gobernador Luis Beder Herrera tiene listo el convenio de adhesión al nuevo régimen promocional.
Los más realistas creen que se deberá reforzar la vía judicial, justamente para evitar que los Kirchner y los gobernadores beneficiados por la medida logren poner en marcha el decreto.
Mientras desde las provincias promocionadas se hacen demostraciones de fuerza y unidad y se lanzan frases belicosas, en Mendoza se optó por trabajar en silencio. Pero ahora las velas están encendidas en lo que pueda pasar en la Justicia. El Gobierno y la oposición mendocina creen que la Corte Suprema no aceptará que por un decreto se dé continuidad a un régimen de beneficios impositivos ya que esto es materia del Congreso Nacional.
La historia se repite. La Mendoza alineada políticamente con la Nación debe refugiarse en la Justicia para defender sus planteos. Por Mario Fiore - mfiore@losandes.com.ar - De nuestra redacción