lunes, 16 de febrero de 2009

Prioridades


Gobernar, en definitiva, es poder determinar, mediante el accionar estatal, cuáles son los valores que priman en una sociedad. En este sentido considero que el Gobierno de la Provincia de San Luis tiene una escala de valores que no comparto y por ende gobierna MAL. No es porque no me guste la cara del gobernador, ni porque no le tengamos simpatía, ni porque le queremos quitar el poder. Sino simplemente PORQUE LA ESCALA DE PREFERENCIAS QUE PRETENDE INSTALAR EN LA SOCIEDAD ES ERRÓNEA. Vamos a los ejemplos: Se construyó un estudio de música en Villa Mercedes, siguiendo la política estatal de jerarquizar la industria cultural; estudio que fue construido en tiempo record y con un alto grado de tecnología, haciendo una inversión importante en aparatos. ¿Y eso, para qué? ¿Cuál es el contenido social de esa obra?. Todos afirman que no hay quién sea mejor, ejecutando obras, en el plano nacional que la familia gobernante de San Luis. Sin embargo, no basta con que se hagan obras públicas: Es necesario que las mismas tengan un sentido de importancia dentro del marco de las necesidades sociales. Caso contrario, es un gasto inútil. Pareciera que la idea que subyace es que todo lo que sea diversión, despilfarro y divertimento esta bien. Pero todo aquello que sirva para mejorar realmente la vida de los Puntanos debe ser dejado de lado.
En vez de priorizar el espectáculo, la supuesta industria del cine y el teatro, deberíamos mejorar nuestra salud y nuestra educación. Y eso se consigue de una sola manera: Con una política de recursos humanos en un largo tiempo.
Basta con ir a la Guardia del Hospital de Niños de la Ciudad de San Luis (después de pasar una acequia, entrar por el costado y sortear un biombo de madera, que constituyen reales obstáculos a la entrada de un niño enfermo que requiriese urgente tratamiento médico), para comprobar cuál es el grado de prioridades del Gobierno de la Provincia de San Luis. Tenemos dos pistas de carrera... pero no hay forma de ingresar rápido a un servicio de urgencia de niños.
¡Que podemos decir de la educación que no se haya dicho ya!. Basta con analizar cómo se hacinan nuestros hijos en las aulas, porque no hay maestros. Y más grave aún es el hecho que no existen escuelas secundarias de alto nivel de carácter publico. Un padre consciente sí o sí se ve en la obligación de enviar a su hijo adolescente a una escuela privada; y por supuesto, el que no tiene los medios para ello, se ve impedido de acceder a una educación que realmente prepare para la universidad.
Tenemos una pista de autos extraordinaria en el Potrero de los Funes para usar un día al año. Mientras tanto, los pueblos del interior parecen Irak después de los bombardeos. En la misma ciudad de San Luis solamente se asfaltó los lugares por donde iba a pasar la carrera de bicicletas. Pero más allá ¡que se embromen!.
Tenemos iluminados centenares de kilómetros de campo en las autopistas, pero en los pueblos sufrimos la inseguridad y no podemos ver dónde andamos.
Creo que los ejemplos que podemos dar son infinitos; pero el grotesco mayor es la cama de la Coca Sarli en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno. ¡Mejor síntesis del pensamiento de este Gobierno no existe!
Por eso el Pueblo tiene que dejar de escuchar los cantos de sirena oficial y despertar de su letargo para reclamar justamente por sus derechos. El entretenimiento esta bien por un rato, pero todo el gobierno durante todo el tiempo no puede dedicarse nada más que a eso.
San Luis debe regresar al trabajo productivo, al esfuerzo, al progreso con base en los propios méritos. Debe cuidar de la salud de los niños y los ancianos, debe volver a los valores que privilegian al ser humano por encima de este remedo de la “cultura de la joda berreta”, y para eso es necesario cambiar al Gobierno mediante el voto popular.-

Enrique A. Costanzo
Partido de la Lealtad Sanluiseña