viernes, 28 de noviembre de 2008


Estrategia para el desarrollo - Primera Parte: Ingeniería y Proyecto Nacional


Por Bernardo Tirelli
Publicado en Buenos Aires Económico el lunes 24 de noviembre de 2008.-
www.mojape.com.ar
La ingeniería es una disciplina apasionante. Cuando el estudiante comienza su formación para ser ingeniero y rinde los exámenes para ingresar a la facultad, estos generalmente consisten en responder-resolver el problema 1, el 2 ó el 3. El último examen, de la última materia es también resolver el problema 1, 2 ó 3. Es una profesión que prepara, al que la sigue, para resolver problemas. La otra disciplina que se ocupa de resolver problemas es la política. Por supuesto, la política en serio y con mayúscula ya que la politiquería no se ocupa de los problemas sino de las demandas.
En la comodidad de la gestión por demandas no se necesita de la planificación sino de la lista de pedidos, con la clara dificultad de que los pedidos, en la mayoría de los casos, no resuelven los problemas que los originan. Esta cuestión resulta más evidente en situaciones de crisis donde las soluciones no pueden provenir de las demandas o de recetas preestablecidas. ¿Cuál es el problema?
Acertar con la lista de problemas no es una cuestión técnica o de gestión, está intrínsecamente vinculada a los valores, la concepción, las ideas y el pensamiento argentino de la fuerza política que le toca gobernar. Además, hay que tener claro el estado de situación del cual se parte.
¿Es posible resolver el problema de la infraestructura estratégica de la Argentina sin ideario, pensamiento y proyecto nacional?
Gobernar, aquí en la Argentina o en cualquier lugar del mundo, es crear trabajo. Basta ver las últimas medidas de los EE.UU. frente a la crisis financiera mundial que están claramente orientadas al sostenimiento de su base industrial y la creación de empleo. Esto es un objetivo general preciso y común para muchos países; las diferencias empiezan con los métodos y las medidas a aplicar para lograrlo. Entonces, el buen gobierno, debe acertar en la lista de problemas.
Algunos podrán proponer como principal problema la pobreza y la baja distribución del ingreso, otros, en cambio, podrán pensar que el principal problema está en la tasa de ganancias de las empresas. En este caso se puede proponer establecer la paridad cambiaria en 1 a 1 en la idea de la competencia perfecta por lo que las empresas pequeñas y medianas tenderán a desaparecer y el proceso llevará a la concentración económica con el resultado esperado: aumentar la tasa de ganancia.
La suposición es que estas empresas promoverán otras subordinadas –tercerizadas- que son las que crearán empleo iniciando un proceso de derrame. Se puede completar privatizando las empresas estratégicas estatales, renunciando a cualquier rol planificador y de desarrollo de infraestructura estratégica. Esta experiencia, en la Argentina, se llevó adelante durante 30 años.
La tercerización fue vínculo esclavo y la destrucción industrial recién fue detenida cuando se estableció una tasa de cambio competitiva resultando, esta sola medida, insuficiente para corregir la alta concentración económica heredada. El día del ingeniero se fijó por el día en que se recibió el primer ingeniero argentino y de Latinoamérica en 1870 que fue el ingeniero Huergo. Es posible imaginar las obras que le tocó proyectar y construir a Huergo.
La generación del 80 (1880) después de su consolidación política unitaria, habiendo derrotado al movimiento federal, desarrolla un país agropecuario exportador. Para cumplir ese objetivo, entre otras medidas de un rumbo estratégico definido, se necesitó de la infraestructura adecuada, puertos y vías de comunicación principalmente ferroviarias para sacar preponderantemente granos y carnes. Ahora bien, si se pretende pensar en infraestructura estratégica de un país, hay que precisar primero el término estrategia. Este admite fácilmente cuatro interpretaciones. La primera es la del lenguaje común, la que califica algo, que se usa como adjetivo para señalar algo importante.
Muchas veces señala el objetivo que la estrategia debe perseguir. La segunda es la de la competencia deportiva y la tercera es la que se expresa en la teoría de juegos. La que se adopta se diferencia de las anteriores por que se trata de la que lidia o coopera con otros en un juego social, integra a la primera ya que está orientada a un objetivo, tiene historia y un número de variables no determinado. Se trata de problemas cuasi estructurados Los problemas mal estructurados son aquellos en los cuales es difícil especificar los pasos necesarios para llegar a la solución y estos son de los que se ocupa la estrategia y en particular la estrategia política.
Los problemas cuasi estructurados se diferencian de los problemas bien estructurados que son aquellos en que los pasos que conducen a la solución se pueden establecer de forma explícita y evidente. En general son estos los problemas de que se ocupa la ingeniería, por tanto, la ingeniería puede enfrentar el desafío de la infraestructura nacional si hay estrategia política. La tira de moebius La política como herramienta de transformación social requiere de creatividad e ingenio. También la ingeniería es una profesión creativa, que necesita de la innovación permanente.
Muy lejos de ser la profesión del cuadrado, no es la profesión geométrica que no se da el lujo de pensar. Es una profesión de pensadores que más que al cuadrado se asimila a la tira de Moebius que aparece cuestionando la finitud de la geometría para presentar en sociedad, con toda simpleza, un plano de una sola cara y un solo borde que cualquiera puede mostrar con un simple trozo de papel.
Entonces cabe la pregunta: ¿cuál es el objetivo a alcanzar en la estrategia de desarrollo de la infraestructura nacional? La generación del 80 lo resolvió produciendo la infraestructura para la exportación de productos primarios agropecuarios en un mundo que se industrializaba rápidamente y se sujetó a esa regla de mercado hasta la mitad del siglo XX. ¿Cuál es el problema que se debe resolver como país en relación a la infraestructura hoy? Para responder esto, en primer lugar hay que enfocar el estado de cosas del mundo. La desaparición del mundo bipolar no trajo un mundo unipolar. La mentada globalización que ha sido sólo financiera, no lo ha sido para el mercado ya que no ha habido relocalización de casas matrices ni cambios en los grandes flujos y mucho menos lo ha sido para el mundo del trabajo, baste ver las grandes obras de ingeniería –muros comparables a la muralla china- como el muro de la frontera EE.UU. - México que trata efectivamente de evitar que se globalice el mercado del trabajo aún, entre ellos, que tienen un mercado acordado a través del convenio del NAFTA. Por tanto, en este mundo en que no hay globalización de mercado han surgido bloques que aspiran a tener políticas comunes.
Frente a EE.UU. surge el Mercado Común Europeo, no sólo con política económica propia, moneda, banco central europeo, sino también con parlamento y ahora constitución europea. El mundo asiático ya no es el de los tigres surgentes; hoy la India y principalmente China tienen peso propio en el concierto mundial. Hace poco China terminó la obra de ingeniería hidráulica más grande del mundo que es la represa de las Tres Gargantas. Una obra construida con decenas de miles de trabajadores y realizada para superar las altas demandas de energía que el constante crecimiento económico les exige. Evidentemente no ha sido suficiente ya que en estos días anunció que en los próximos treinta años construirán 600 centrales nucleares.
Por comparación de población y similares índices de crecimiento en la Argentina, en el mismo período, se tendrían que construir 20 centrales. ¿Será así, será eso lo que se necesita? A pesar de ese incremento fabuloso en la producción energética, China estará lejos del consumo de EE.UU. que con el 5% de la población mundial consume el 30% de toda la energía que el mundo produce. Resulta cuanto menos sospechosa la aplicación y traslado al conjunto del planeta de este modelo de vida, producción y derroche de energía. Los ingenieros expertos en energía podrían calcular cuanta sería la energía que el planeta necesitaría, en esa hipótesis, y de donde se obtendría. ¿O no habrá disponible? Corriendo el mapamundi hacia Latinoamérica, en estos días también está la noticia de que Panamá construirá un segundo canal interoceánico.
Resulta interesante observar como una obra de ingeniería de 100 años como el canal de Panamá ya quedó insuficiente y necesita ensancharse para permitir el paso de los grandes buques. Como se sabe el canal funciona a través del lago Gatún que está más elevado que el nivel del mar y es necesario que no se altere el intenso régimen de lluvias que durante 9 meses, sin parar, reponen al lago las aguas vertidas a los océanos a través del régimen de exclusas. Esta es la razón por la cual existió, durante casi cien años, zona del canal bajo bandera norteamericana, para dejar intangible el área verde de esa zona y, a su vez, disponer control militar sobre el cruce.
Una segunda gran obra multimillonaria interoceánica se construirá impulsada por las reglas del mercado internacional y, sin embargo, aún Panamá no tiene vínculo por tierra con Sudamérica. Seguro que hoy la selva del Darién no es un obstáculo que la ingeniería no pueda resolver. ¿Cuáles son las fuerzas que han impedido hasta hoy que no tengamos vinculación completa norte – sur en América Latina? Descubrir la base de los problemas, desde el compromiso con el Pueblo y la Nación y desde la visión latinoamericana, es acercarse a las soluciones. Estas requieren no sólo esfuerzo sino creatividad. El ingenio de tener la tira de papel y en vez de unirla por sus bordes en forma lineal, simplemente unirla dando vuelta uno de ellos. La ruptura sistémica que permita construir una nueva política con un nuevo Estado.

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